Si me conocéis sabéis que es el libro que esperaba con más ansias.
La tercera parte de los pilares de la tierra, aunque lo único que tienen en común es el nombre de la ciudad (que tampoco es que salga tanto) y algunos sitios que han llamado como personajes de los anteriores libros como el Hospital de Caris. Que por cierto que no me vendan como la mejor historia de amor de esa ciudad es la de Caris y Merthin porque cof cof Aliena y Jack. Es que me parece que algo se comentaba de pasada, no me hagáis mucho caso.
Esta vez nos encontramos en 1558, Ned Willard vuelve a Kingsbridge por Navidad después de pasar un año en Calais. Todo marcha bien para el joven, su madre tiene un próspero negocio y él está enamorado de Margery Fitzgerald, con quién quiere casarse algún día. Nos encontramos en una época convulsa a causa de la religión en la que se persigue a los protestantes y se les quema en la hoguera. Con la llegada de Isabel I (quién era protestante) al trono las cosas se complican a pesar de que ella asegura que no quiere que nadie más muera a causa de su religión. Margery y Ned acaban cada uno en un bando, ella con ferréas ideas católicas e instigada por su familia se casa con el conde de Shiring y él acaba trabajando para Isabel, después de que su madre lo pierda todo y no tener futuro en la ciudad.
En Francia las cosas no están tampoco muy allá, se persigue a los hugonotes (protestantes de allí) y conocemos a Pierre Aumande, un joven que dice descender de los poderosos De Guisa y que hará todo lo posible para hacerse con un hueco en la corte y trabajar para ellos, aún si tiene que traicionar y asesinar a todo aquél que se le ponga por delante.
Nuestro país sale un poco de refilón, con el hermano de Ned que tiene que acabar huyendo perseguido por la inquisición y se hace a la mar. Lo mejor eran todas las menciones que se hacían a que el rey de España era el hombre más poderoso del mundo.
El libro gira entorno a las guerras de religión (por ejemplo vemos la matanza de San Bartolomé en París) y a la lucha de poder que mantienen Isabel y María Estuardo, la reina de los escoceses. El espionaje juego un papel importante y las intrigas de la corte también.
Es difícil reseñarlo, puesto que tiene muchas tramas y subtramas pero más o menos os dejo aquí en spoiler mis opiniones:
– Era obvio desde el principio que a Ned y Margery les pasaría de todo pero que al final acabarían juntos.
– He odiado a Pierre Aumande más de lo que odié a William en los pilares.
– O quizá no tanto porque hace tiempo que no releo los pilares.
– Su muerte la celebré con una gran sonrisa en la cara.
– Sylvie es la mejor del libro y su muerte era totalmente innecesaria, aunque claro sin ella, Ned y Margery no podrían estar juntos después.
– Con esto no quiero decir que Margery no me gustara pero menos.
– La doncella de María Estuardo, Alison, también me gustaba y María Estuardo parecía una mujer de armas tomar. Me gusta un momento en el que se va a ir de Francia después de la muerte de su marido y cuando le dicen que no lo haga ella dice algo así cómo: ‘En Francia soy viuda, en Escocia soy reina.’
Me ha gustado el libro, he aprendido bastantes cosas que mi mente inculta no sabía y la primera mitad la leí casi sin enterarme. Si que es verdad que alguna parte de después, sobretodo con todas las intrigas de la corte,un pelín de politiqueo y demás se me hizo un poco lenta. Me gustó mucho la parte en Francia cuando Sylvie vende libros prohibidos, se enamora y es engañada por Pierre y cómo ella resurge después para seguir luchando por sus creencias. ¿Se nota que era mi favorita? Aunque eso sí, me parecía que le faltaba algo, más descripciones, quizá.